2. Fui a un taller de libros cartoneros que impartió la Editorial Ultramarina, donde nos enseñaron a hacer portadas de libros con cartones (no es difícil pero hay un par de truquitos impotantes). Buenísimo. No solo fue divertido sino que también puede salir algún proyecto en colaboración con alguien por ahí. Ya veremos como va (me tengo que poner las pilas yo para que salga).
Una extraña mezcla de óleo y acrílico que se aguanta
de manera un poco rara...
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No he escrito aún tal diario, pero la idea me parece divertida. |
Y para terminar (lo incluyo en punto tres, que cuatro puntos me parece excesivo), estoy muy cabreada con el género masculino de nacionalidad británica. Pero mucho. No sé si es tanta 'politeness' que acaban siendo insufribles y diciendo cualquier cosa menos lo que piensan.